¿Por qué tengo miedo a volar?
Lo primero de todo, es importante entender qué es el miedo. El miedo es una reacción que tiene mi cuerpo ante la percepción de una situación peligrosa.
“Cada vez que comienzo a pensar en montarme en un avión empiezo a sudar, se me acelera el pulso y siento que me ahogo”.
Todas estas sensaciones fisiológicas agrupadas bajo la etiqueta de “ansiedad”, son las reacciones que mi cuerpo pone en marcha ante el miedo, ante una situación percibida como peligrosa.
El miedo tiene un papel funcional muy importante: por un lado, nos está avisando de que algo puede ser peligroso, y, por otro lado pone en marcha en nuestro organismo una serie de cambios para prepararnos ante esta situación tan temida. Estas sensaciones fisiológicas que sentimos en estas situaciones serían por tanto las reacciones que mi organismo pone en marcha para enfrentarnos ante tal situación percibida como peligrosa.
“Entonces… volar es peligroso”
Que nuestro organismo perciba una situación como peligrosa, no quiere decir qué racionalmente esta situación lo sea.
Podemos encontrarnos una situación real de peligro, por ejemplo: caminando por una calle oscura y percibimos que alguien nos sigue, o ante el aviso por megafonía en el metro de “peligro bomba”, en estas situaciones diríamos que estas respuestas fisiológicas -como aceleración del pulso, tensión- son enormemente adaptativas al prepararnos para huir o atacar. Sin embargo, son estas mismas reacciones las que se ponen en marcha, por ejemplo cuando anticipamos un viaje a una isla en el que vamos a tener que montar en avión o cuando escuchamos por megafonía “atención viajeros, vuelo con destino a…”. En estas situaciones, estas sensaciones fisiológicas generan enorme malestar, dificultando por tanto mi viaje o mi vuelo.
“¿Por qué he volado varias veces y nunca ha pasado nada, pero sigue generándome malestar?”
“Con las veces que has viajado no sé cómo te puede dar miedo”
“Si es el medio de transporte más seguro, es una tontería que pienses eso”
En estas situaciones en las que mi organismo percibe una situación como peligrosa, es importante, en primer lugar, identificar tales señales y el momento en el que ocurren. Cuando hablamos de una situación de “miedo no real” como puede ser el vuelo, es importante reconducir estas señales y aprender a gestionar estas emociones.
Cuando esto no se lleva a cabo:
- Estas sensaciones de malestar acaban consolidando y retroalimentando pensamientos irracionales como “me va a ocurrir algo” “seguro que pasa algo” etc.
- Esto acaba desencadenando un patrón que retroalimenta este miedo: pensamientos anticipatorios y negativos, y sensaciones fisiológicas cada vez más intensas.
- Incluso puede llevarnos a evitar volar, elegir otro medio de transporte o renunciar a unas esperadas vacaciones.
“Entonces… ¿cómo puedo conseguir que no me de miedo volar?”
La psicología es la ciencia que estudia el comportamiento humano. Hablamos de comportamiento o conducta cuando nos referimos tanto a lo que una persona hace, como a la parte encubierta, es decir, lo que una persona siente o piensa en un contexto.
Dentro de la psicología encontramos el análisis de conducta. El análisis de conducta es imprescindible para conocer el por qué una persona está comportándose como lo está haciendo, es decir, porque siente lo que siente, porqué piensa lo que piensa o porqué actúa como lo hace.
No siempre hemos tenido que vivir una situación de peligro como puede ser un problema técnico en un vuelo, un aterrizaje de emergencia o simplemente turbulencias para sentir que el escenario de vuelo es peligroso. Desde la psicología, y más específicamente desde el análisis de conducta, es nuestro objetivo conocer en primer lugar qué es lo que está ocurriendo para que una persona tenga este miedo a volar, y sobretodo porqué esto se está manteniendo en el tiempo, que variables están influyendo.
Tras conocer por tanto estas variables, podemos poner en marcha estrategias y herramientas que me permitan afrontar estas situaciones, consiguiendo:
- En primer lugar, gestionar estas sensaciones y reacciones negativas y, por tanto, desasociando las situaciones de vuelo a este intenso malestar.
- En segundo lugar, aprender a disfrutar de las situaciones que antes me generaban malestar.
Desde ÍTACO Psicología, junto a Lara Aeronáutica, hemos creado un proyecto para conseguir estos objetivos. Acompañado siempre de profesionales de psicología y el equipo de tripulación de cabina, te ayudamos a superar tu miedo a volar desde un trabajo psicológico individualizado y un acercamiento paulatino a la situación de vuelo que te hará sentirte con el control de tu próximo destino.
Para más información, no dudes en contactarnos por teléfono o Whatsapp (91 576 00 87 – 640 949 625) o mediante correo electrónico en info@itacopsicologos.es
Desde ÍTACO te acompañamos a tu próximo destino.