La relación entre la imagen corporal y las problemáticas psicológicas relacionadas con la alimentación es compleja y multifacética. En un mundo obsesionado con las apariencias, es fácil caer en la trampa de la insatisfacción con nuestro propio cuerpo. La distorsión del cuerpo es un fenómeno común en los trastornos alimenticios, va más allá de simplemente ver una imagen diferente en el espejo. Se trata de una percepción alterada y, a menudo, destructiva de cómo nos vemos a nosotras mismas.
Empecemos viendo un ejemplo de esta distorsión en el siguiente corto de Carmen Córdoba:
La distorsión del cuerpo implica una desconexión entre la percepción real del cuerpo y cómo alguien se ve a sí mismo. Las personas que experimentan esta distorsión a menudo se ven a sí mismas con un cuerpo más grande o con más defectos (que justamente coincide con lo que se rechaza socialmente y que se encuentra fuera de los cánones de belleza), incluso cuando están peligrosamente delgadas e incluso en infrapeso. Esta percepción distorsionada puede llevar a comportamientos alimenticios extremos, como la restricción severa de alimentos o la purga compulsiva, en un intento de alcanzar un ideal inalcanzable de delgadez.
Factores que Contribuyen a la Distorsión del Cuerpo
- Presión Social y Cultural: La presión para cumplir con los estándares de belleza poco realistas promovidos por los medios de comunicación, las redes sociales y la sociedad son la principal causa de problemáticas relacionadas con la imagen corporal, así como la distorsión de nuestro propio cuerpo. En un simple acercamiento a redes sociales, encontramos numerosos de cuerpos con delgadez extrema y filtros para modificar nuestro cuerpo que favorecen un aumento en la insatisfacción corporal:
- Experiencias difíciles y desagradables: Experiencias complicadas, como el acoso por el peso o la vergüenza corporal, pueden contribuir significativamente a la forma en que una persona se percibe a sí misma.
- Otras problemáticas psicológicas: Problemas psicológicos, como la ansiedad y la depresión, que pueden aparecer debidos a otras situaciones complicadas que haya en el entorno de la persona (problemas familiares, ruptura de pareja, bullying…) pueden favorecer problemáticas relacionadas con la alimentación así como distorsión corporal, creando un ciclo de pensamientos negativos y autoimagen distorsionada.
Un problema muy ligado a las mujeres
La dismorfia corporal y la insatisfacción con el cuerpo son problemas que afectan a personas de todas las edades, géneros y culturas. Sin embargo, es cierto que históricamente, las mujeres han enfrentado una presión desproporcionada en cuanto a los estándares de belleza y apariencia física. A lo largo de los años, los medios de comunicación y la industria de la moda han perpetuado imágenes idealizadas y poco realistas de cuerpos femeninos, lo que ha contribuido significativamente a la creación de una cultura de insatisfacción corporal.
En su libro “El mito de la belleza”, Naomi Wolf explora cómo las imágenes de belleza en los medios de comunicación y la cultura popular son utilizadas para controlar y limitar la libertad de las mujeres. Wolf argumenta que los estándares de belleza idealizados y poco realistas perpetúan la desigualdad de género y afectan la autoestima de las mujeres.
La autora también analiza cómo la industria de la moda, la publicidad y los medios de comunicación promueven un estándar de belleza inalcanzable, lo que lleva a que las mujeres se sientan constantemente insatisfechas con sus cuerpos. Estas imágenes, según la autora, no sólo afectan la autoimagen de las mujeres, sino que también tienen un impacto en su participación social y política al limitar su confianza y autoestima.
Por otra parte, el texto explora cómo la obsesión cultural con la delgadez y la juventud afecta negativamente la salud física y psicológica de las mujeres, y cómo esta obsesión se ha convertido en un mecanismo de control social. Ella sostiene que es fundamental que las mujeres reconozcan estos patrones y desafíen las normas de belleza impuestas para liberarse del control y la opresión.
Recomendaciones para abordar las preocupaciones y problemas vinculados con la imagen corporal
- Identificar cuáles son los cánones de belleza de la época en la que vivimos: El primer paso para disminuir el malestar que podemos sentir ligado a una presión social, es identificarlo. Una vez identificado podremos localizarlo fácilmente a partir de la representación de los cuerpos en los medios de comunicación y en las redes sociales, en los comentarios de familia y amigos, en la cultura de la dieta… De esta forma se irá desarrollando una conciencia crítica que nos permita reconocer y rechazar las imágenes corporales poco realistas que se encuentran en los medios.
- Buscar información sobre nuestro cuerpo: Una educación libre de presiones sociales nos ayudará a desmitificar ciertos mitos sobre la salud y la belleza, y reducirá la vergüenza en torno a las imperfecciones percibidas.
- Fomentar una mayor aceptación y autocuidado: En un mundo en el que se ataca constantemente nuestro cuerpo, sea como sea, favorecer la comprensión y aceptación será esencial para sentirnos mejor con nosotras mismas.
- Eliminar todos los estímulos negativos que podamos: Aunque los mensajes ligados a los cánones de belleza están por todas partes, reevaluar las películas que vemos, las cuentas que seguimos en las redes sociales, las revistas que leemos…, puede ayudarnos a ir disminuyendo poco a poco estos mensajes dañinos de nuestro contexto.
La importancia del apoyo y la comprensión
Es crucial entender que la distorsión del cuerpo es un problema serio que requiere de apoyo y tratamiento adecuados. Las personas que trabajan día tras día para cambiar sus problemáticas ligadas a la alimentación y de distorsión del cuerpo necesitan un entorno seguro y comprensivo donde puedan hablar abiertamente sobre sus sentimientos y preocupaciones.
La terapia puede ser otro espacio donde trabajar en nuestro bienestar en un entorno seguro y sin juicios. Un lugar donde volver conocer nuestro cuerpo e ir eliminando los malestares que se han ido asociando a él.