Los comúnmente llamados casi-algo (quizá también hayas escuchado el término situationship, en inglés) son relaciones casuales mantenidas en el tiempo, donde los límites son bastante difusos y se caracterizan por la ambigüedad y la falta de etiquetas y compromiso. Se crean espacios de intimidad, pero sin llegar a formalizar el vínculo.
Este tipo de relaciones pueden generar mucho malestar, al ser tan inestables y llenas de incertidumbre, haciéndote incluso dudar de si lo que estás sintiendo es real o no o de si tiene sentido querer algo más:
¿Qué es lo que tenemos?
¿Estoy loca por querer algo más?
¿Estoy pidiendo demasiado?
¿Estoy viendo cosas donde no las hay?

Pan para hoy y hambre para mañana: la respuesta a por qué te duele
Es frecuente escuchar en consulta verbalizaciones del tipo “no, si no éramos nada, así que no entiendo por qué me duele”. Como ya se ha comentado, este tipo de relaciones se caracterizan por la ambigüedad.
Es como en los juegos de azar: cuando las consecuencias de una serie de hechos no son fácilmente predecibles, es mucho más probable que sigamos respondiendo, lo que en psicología se conoce como refuerzo intermitente. Por ejemplo, en una máquina tragaperras sigues metiendo la moneda porque no sabes cuándo te va a tocar el premio y, cuando te toque, puede ser el premio gordo (o no).
En los “casi-algo”, ocurre exactamente lo mismo: uno de los integrantes de la pareja establece que no quiere una relación con la otra persona, pero lleva a cabo una serie de conductas incompatibles con esa verbalización. La frase “pan para hoy y hambre para mañana” lo resume claramente: tenemos citas frecuentes, pero no somos nada; hablamos todos los días, pero no somos nada; me apoya y me busca en momentos difíciles, pero no somos nada… Por lo tanto, cuando una persona te está dando señales contradictorias está ocurriendo lo mismo que con la máquina tragaperras. Así que no, no estás loca: te están reforzando intermitentemente.
Entonces, ¿por qué te duele?
Normalmente, estas relaciones se rompen en plena fase de enamoramiento, donde las emociones y los sentimientos son más intensos. Esto, unido al enganche generado por esta ambivalencia, supone un malestar mucho mayor.

Entonces, si estoy en un “casialgo”, ¿qué hago?
La comunicación es el pilar de todas las relaciones y es necesaria para sentar las bases de las mismas. Puede parecer complicado ya que supone enfrentarse a conversaciones incómodas y que generan mucho malestar y miedo. Aquí te dejamos algunas pautas para que puedas guiarte si te encuentras en este tipo de situaciones:
- Exprésate: ¿cómo te está haciendo sentir esta situación? Analiza tus emociones, ¿está satisfaciendo tus necesidades afectivas?
- Establece límites: comunica tus preferencias de manera asertiva. ¿Qué es lo que quieres tú en esta relación? ¿Qué no estás dispuesta a permitir? Teniendo en cuenta
los derechos asertivos tienes derecho a:- Pedir lo que quieres.
- Analizar lo que sientes y haces, y a aceptarlos como válidos.
- Que te traten con respeto y dignidad, a ser escuchada y tomada en serio.
- Decir que no ante cosas que no te apetece llevar a cabo, sin sentirte culpable
- Cambiar de opinión, de idea o línea de acción.
Cuando nos vinculamos con otras personas, inherentemente estamos construyendo relaciones. Que no haya una etiqueta, no significa que no exista un vínculo ni nos exime de responsabilidades. Recuerda que no somos robots, y es normal sentirse mal ante situaciones como estas: expresarse de forma clara y asertiva es la clave para construir relaciones sanas y satisfactorias.
Si te sientes identificada o identificado con una situación similar, es posible pedir ayuda y encontrar soluciones. Desde ITACO podemos acompañarte en el proceso.
Referencias:
Castanyer, O. (1996). La asertividad. Expresión de una sana autoestima. Bilbao: Descleé de Brouwer.
Dr. A. Shaji George. (2024). Escaping the Situationship: Understanding and Addressing Modern Relationship Ambiguity Among Young Adults. Partners Universal International
Innovation Journal, 2(3), 35–56. https://doi.org/10.5281/zenodo.11298549
Skinner, B.F. (1953). Formación y mantenimiento de la conducta operante. Ciencia y conducta humana. (105-111). Editorial Fontanella