El doomscrolling es la práctica de consumir de manera compulsiva y reiterativa contenido negativo o alarmante a través de nuestros dispositivos móviles en redes sociales. En inglés, el término doom significa condena, muerte y fatalidad; y el término scrolling se refiere a desplazarse hacia abajo, como se hace en las redes sociales tales como Instagram, X (Twitter) o Tiktok.
Este término, se popularizó durante la COVID-19, y se ha mantenido a través de diferentes noticias que golpean las pantallas de nuestro celular y televisor: conflictos globales como son la guerra de Ucrania y, posteriormente, Palestina e Israel. Así como otro tipo de noticias relacionadas con la crisis climática y catástrofes naturales como la pasada DANA en Valencia, entre otros.
A continuación, exploraremos su impacto en la salud mental y cómo podemos gestionarlo.
Todas estas noticias, debido a la alarma que conllevan y, generalmente, la poca posibilidad de cambio o adaptación por nuestra parte, pueden generar mucha incertidumbre y ansiedad y llevarnos al comportamiento obsesivo y ansioso de buscar más información al respecto. Esto es porque muchas veces, cuando estamos expuestos a situaciones inciertas, tendemos a pensar que conocerlo mejor ayudará a controlar aquello temido.
Nada más lejos de la realidad, ya que, al estar expuestos a tantas noticias negativas y alarmantes, el nivel de malestar que nos suele acompañar es elevado, pudiendo afectar a las decisiones que tomamos en la vida (evitar meternos en un garaje, acciones de protección y limpieza excesivas, …), influyendo en el desarrollo de problemas de sueño o incluso desconexión social y, así, teniendo un impacto negativo en la calidad de vida.
Además, al procesar información, las personas cometemos errores a los que llamamos sesgos cognitivos. Un sesgo importante que influye en este caso es el de disponibilidad. Esto significa que, al estar tan expuestos a noticias negativas, tendemos a interpretar que se dan con más frecuencia y que nos impactan en mayor medida de lo que lo hacen en la realidad.
Por ello, planteamos estrategias que pueden ser de ayuda para gestionar el impacto negativo del doomscrolling:
- Identifica cómo te hace sentir y el impacto que tiene en ti: se puede tender a desestimar el impacto que la sobreinformación puede tener en nuestro bienestar. Tener un momento en el que nos preguntemos de qué manera nos puede afectar esta exposición constante a información negativa es fundamental para ponerle remedio.
- ¿Te estás manteniendo actualizado o te estás sobreinformando? generar conocimiento sobre la función que está cumpliendo nuestro comportamiento va a ser necesario para poder localizar el comportamiento problema.
- Localiza cuándo y dónde se tiende a dar este comportamiento: conocer de qué manera se da, puede ser de ayuda para poner en práctica las diferentes acciones para limitar doomscrolling.
- Aumenta la dificultad de acceso a la información:
- Deja de seguir a las cuentas en redes sociales y mantén tu móvil lejos de ti.
- Sustituye hábitos. Desayuna o come escuchando un podcast de entretenimiento en vez de las noticias, caminar, etc.
- Limita el tiempo de acceso a la información. Ayúdate de aplicaciones que contabilicen y limiten el tiempo a las redes sociales.
- Consume información de calidad y contrastada: para favorecer una actualización de calidad y no alarmismos que puedan generar más inseguridad y desconfianza social.
- Cambia el doomscrolling por el hopescrolling: hay muchas noticias que son muy positivas, pero no tienen tanta repercusión en los medios como las negativas. Intentar activamente fijarnos en ellas puede ser de utilidad para contrarrestar el sesgo de disponibilidad negativo y equilibrar así el impacto.
Es importante reflexionar sobre nuestros hábitos digitales ya que, cada vez más, forman parte de nuestro día a día. Si ves que el malestar que te genera este comportamiento te produce un malestar muy frecuente e intenso y que afecta significativamente en tu calidad de vida, sería de utilidad contactar con un psicólogo que te ayude a comprender la problemática y poder ponerle solución.
Referencias:
Boursier, V., Gioia, F., Musetti, A., y Schimmenti, A. (2023). Doomscrolling, fear of COVID-19, and psychological distress: An investigation during the COVID-19 pandemic. BMC Public Health, 23, 456. Recuperado de https://bmcpublichealth.biomedcentral.com
Lee, H., y Kwon, J. (2023). The effects of negative online media consumption on sleep and mental health: Insights from doomscrolling research. Journal of Digital Health, 12(4), 76-89. Recuperado de https://journals.sagepub.com