Los problemas de eyaculación en población masculina son cada vez más conocidos por la población general. El problema más conocido y el que suele ser motivo de consulta es el de eyacular antes del momento deseado, también denominado eyaculación precoz (acabe destacar que este nombre tiene ciertas implicaciones que son problemáticas (Ortega y Santacruz, 2019), ese tema lo abordaremos en otro artículo). Sin embargo, hay un problema menos conocido relacionado con la eyaculación masculina y consiste en tener dificultades para eyacular, pudiendo tardar mucho en generarse la respuesta de eyaculación o directamente no producirse. Vamos a ver más en detalle en qué consiste, qué implicaciones suele tener para la persona y que se podría hacer.
¿Qué es?
La eyaculación retardada, (cuyo nombre tiene los mismos problemas que la eyaculación precoz) se puede describir cuando el individuo tiene problemas para conseguir eyacular a pesar de experimentar una excitación sexual satisfactoria, y que esta provenga de vías de estimulación que le resulten adecuadas. Debido a esta dificultad el individuo experimenta frustración y malestar, pudiendo producirse un abandono de la vida erótica progresivo debido a la insatisfacción en esta área. En algunas ocasiones pueden producirse conflictos con la pareja, quién puede llegar a culpabilizarse o culpabilizar a quién presenta este problema.
¿Es común este problema?
Cabe destacar que la prevalencia de este problema tiende a ser menor si la comparamos con la de los problemas con eyacular antes del momento deseado, pero parece estar habiendo un aumento de demanda de consulta relacionada con este problema (Cabello, 2010). Las explicaciones de este fenómeno pueden ser varias, la popularización de la sexología como herramienta para solventar problemas de esta área, que los tabúes a la hora de hablar de sexualidad pierden cada vez más fuerza y los cambios en los hábitos de masturbación que se han producido como consecuencia del auge de la pornografía.
¿Cuáles son las posibles causas?
Sobre causas médicas o alteraciones biológicas hay que destacar:
⦁ Siempre es importante, cuando hablamos de temas de sexología, descartar cualquier hipótesis relacionada con motivos biológicos.
⦁ Algunos de los motivos de este problema pueden ser problemas hormonales, medulares o consumo de ciertos fármacos: estos son algunos de los orígenes biológicos más habituales.
⦁ Una buena pista para descartar causas biológicas, aunque no es garantía, suele ser el observar si este problema aparece únicamente en un contexto determinado, o por el contrario aparece en todos. Por ejemplo, si el tiempo varía mucho entre masturbación en solitario o dentro de una práctica sexual puede ser una pista. En cualquier caso, es importante atender al siguiente punto.
⦁ Si bien las causas de este problema son psicológicas en una amplia mayoría de casos (Cabello, 2010), siempre que se empiece un proceso sexológico se pedirá a la persona que se haga un chequeo para descartar causas médicas o biológicas.
Existen múltiples causas a nivel psicológico que pueden favorecer este problema:
⦁ Hábitos de masturbación: La masturbación es una conducta que puede tener múltiples finalidades distintas, no todas relacionadas con el placer. También es importante la manera que hay de estimularse. Si por ejemplo no variamos prácticamente nunca la manera que tenemos de estimularnos es muy posible que nos vayamos habituando, hasta que lleguemos a un punto en el que otras maneras de estimularnos o que nos estimulen puedan generar menos placer o que no sean capaces de generarnos esa sensación que nos puede llevar al orgasmo. No es raro que haya personas que describan sentir más placer cuando se masturban que cuando están llevando a cabo ciertas prácticas sexuales.
⦁ Consumo de pornografía: Los problemas relacionados con el consumo de pornografía son variados.
⦁ El primero a destacar es que produce cierta rigidez o inflexibilidad a la hora de estimularnos sexualmente. Cuando una persona observa pornografía y se habitúa a usarla como vía de estimulación puede llegar a un punto que la situación real no le genere tanta excitación o placer, no porque la situación no sea excitante si no porque sencillamente se ha acostumbrado a estimularse con pornografía y otras formas pierden fuerza ante esta.
⦁ El segundo es que genera ciertas expectativas sobre las relaciones sexuales que son irreales. Por ejemplo, algunos tipos de práctica, de qué manera se tiene que alcanzar el orgasmo, aspectos relacionados con la imagen corporal etc. Esto puede que a priori no se vea claro, pero puede generar un estado de frustración durante las relaciones sexuales que va a dificultar que se pueda sentir placer, llegar al orgasmo o eyacular.
⦁ El tercero, al ser tan accesible favorece algunos de los hábitos masturbatorios ya mencionados, haciendo que estos sean todavía más frecuentes y rápidos.
⦁ Conductas de vigilancia: Estas tienden a producirse cuando el problema ya se ha dado en alguna ocasión, aunque también puede producirse por otros motivos. En este caso la persona está vigilante de las sensaciones que anteceden a la eyaculación, para ver si las pueden favorecer o si aparecen. El caso es que estar vigilantes es un tipo de comportamiento que tiene muchos efectos sobre otros, pudiendo llegar a des-automatizarlos, por ejemplo, ¿Alguna vez te has puesto a hacer algo que normalmente haces automáticamente, pero estando súper atento? Andar sería un buen ejemplo, lo más probable es que si has estado muy atento y durante suficiente tiempo hallas alterado tu manera de caminar. Esta alteración puede darse incluso con reflejos automáticos, como puede ser el de eyaculación. Estar súper atentos a ver si se produce va a dificultar que se produzca.
⦁ Dificultades para disfrutar: Que son consecuencia de las variables antes mencionadas. Si estamos acostumbrados a masturbarnos de una determinada manera, con una vía de estimulación constante como puede ser la pornografía, es muy fácil que nos cueste estar atentos a las sensaciones placenteras durante relación sexual, hemos aprendido a no prestarles mucha atención. Si a eso le sumas estar vigilantes para ver si aparecen sensaciones pre-eyaculatorias es muy fácil que las cosas que generan placer se pasen por alto.
Todo esto puede, a su vez, favorecer otros comportamientos problema como es el abandono progresivo de la sexualidad en pareja, que se condicione la sexualidad con sensaciones desagradables, problemas de pareja etc.
¿Se puede hacer algo con este problema?
Desde luego, en este texto se ha destacado que dentro de las variables psicológicas hay un componente fundamental relacionado con hábitos, que también lo podríamos denominar costumbres. Nos podemos acostumbrar a hacer las cosas de cierta manera, pero también podemos aprender a hacerlo de otras. Dentro de la sexualidad el papel que tienen los principios de aprendizaje en los que se basa la psicología es fundamental y en base a estos se pueden estudiar estos problemas, generar cambios y soluciones. Si te has sentido identificado con lo escrito te animamos a ponerte en contacto con ITACO.
Referencias
Cabello, F. (2010). Manual de Sexología y Terapia Sexual. Madrid: Síntesis.
Ortega, M. y Santacruz, D. (2019). La consulta sexológica. Madrid, España: Editorial Síntesis.