La maternidad es un tema complejo y multifacético que ha sido estudiado desde distintas perspectivas. La perspectiva feminista, en particular, ha sido fundamental para comprender las implicaciones sociales, políticas y culturales que tienen los roles de género en la maternidad. Es esta perspectiva, la que influye de manera directa en nuestro abordaje en terapia con las mujeres con las que trabajamos día a día.
En este sentido, en este artículo abordaremos juntas los siguientes puntos:
- ¿Qué es la perspectiva feminista en la maternidad?
- ¿Cómo ha evolucionado la maternidad a lo largo de la historia desde una perspectiva feminista?
- ¿Qué desafíos enfrentan las madres desde una perspectiva feminista?
- ¿Cómo puede la psicología feminista ayudar a las madres a enfrentar estos desafíos?
¿Qué es la perspectiva feminista en la maternidad?
Cuando miramos desde una perspectiva feminista la maternidad, nos enfocamos en la igualdad de género y en la idea de que la maternidad debe ser una elección libre y autónoma de las mujeres. Además, esta perspectiva considera que la maternidad no es una tarea exclusiva de las mujeres, sino que debe ser compartida con los hombres y la sociedad en general. Desde esta perspectiva, la maternidad es un proceso que se construye socialmente y que está influenciado por las normas y valores de la sociedad en la que se desarrolla.
Por lo tanto, es importante entender las implicaciones de los roles de género en la maternidad, y cómo estos roles pueden limitar las opciones y oportunidades de las mujeres. En cuanto a la importancia de la autonomía y la libre elección de las mujeres en la maternidad, nos referimos a que las mujeres deben tener el derecho de decidir si quieren tener hijas/os, cuántos hijas/os quieren tener y cuándo quieren tenerlos. Asimismo, deben tener acceso a información y servicios de salud reproductiva de calidad que les permitan tomar decisiones informadas sobre su cuerpo y su vida reproductiva.
¿Cómo ha evolucionado la maternidad a lo largo de la historia desde una perspectiva feminista?
La maternidad ha evolucionado significativamente a lo largo de la historia.
En la antigüedad, la maternidad era considerada una tarea exclusiva de las mujeres, y las mujeres eran vistas como meros instrumentos reproductivos al servicio de los hombres y la sociedad. Sin embargo, a medida que se han logrado avances en la lucha por la igualdad de género, se ha ido reconociendo la importancia de la maternidad en la vida de las mujeres y la necesidad de proteger sus derechos en este ámbito.
En el siglo XIX, la lucha por los derechos de las mujeres y la igualdad de género se convirtió en un tema central en la agenda política. En este contexto, las feministas lucharon por el derecho de las mujeres a la educación, el sufragio y el control sobre su propio cuerpo, incluyendo la maternidad.
En el siglo XX, se produjeron importantes avances en la lucha por los derechos de las mujeres, incluyendo el derecho al aborto, a la libertad sexual y a la igualdad de oportunidades en el mercado laboral. Estos avances permitieron a las mujeres tener más opciones y oportunidades en sus vidas, cuestionando si se quería o no ser madre.
En las últimas décadas, ha habido un aumento en la discusión sobre la importancia de la corresponsabilidad y la co-crianza. La perspectiva feminista ha sido clave en este sentido, promoviendo la idea de que la maternidad y la paternidad deben ser tareas compartidas entre ambos padres y no una responsabilidad exclusiva de las mujeres. Sin embargo, a pesar de estos avances, aún existen desafíos importantes para las mujeres en la maternidad.
¿Qué desafíos enfrentan las madres hoy en día?
Las madres enfrentan una serie de desafíos en la sociedad actual entre los que encontramos los siguientes:
Desigualdades en el mercado laboral
Una de las mayores barreras para las madres es la desigualdad en el mercado laboral. A menudo, las mujeres que son madres enfrentan discriminación en el empleo, incluyendo la falta de oportunidades de promoción y la brecha salarial de género. Además, muchas mujeres se ven obligadas a elegir entre su carrera y su familia, lo que puede limitar sus opciones y oportunidades, y situarlas en una posición de vulnerabilidad al reducir sus recursos.
Falta de apoyo en la crianza sus hijas e hijos
Otro desafío para las madres es la falta de apoyo en la crianza de sus hijas e hijos. A menudo, las mujeres son las que tienen que hacer frente a la mayoría de las tareas de cuidado y crianza, lo que puede afectar negativamente su salud y bienestar. Una maternidad sin co-responsabilidad, es una experiencia que favorece numerosas problemáticas psicológicas.
Estereotipos de género
La persistencia de los estereotipos de género también es un desafío para las madres. A menudo, las mujeres son juzgadas y estigmatizadas por sus decisiones en relación con la maternidad, y se espera que se ajusten a los roles de género tradicionales. Esto puede limitar su capacidad para tomar decisiones autónomas en relación con la maternidad y su vida en general.
¿Cómo puede la psicología con perspectiva feminista ayudar a las madres a enfrentar estos desafíos?
La psicología con perspectiva feminista puede ser una herramienta útil para ayudar a las madres a enfrentar los desafíos de la maternida. Algunas de las formas en que la psicología con perspectiva feminista puede ayudar son:
Abordar las desigualdades en el mercado laboral
Una de las principales preocupaciones para las madres es la desigualdad en el mercado laboral y las situaciones de conflicto que pueden vivir en el trabajo una vez son madres. Algunos problemas que podemos encontrar son el sexismo, el acoso sexual, la falta de oportunidades laborales, el techo de cristal… Desde psicología podemos trabajar con las madres para analizar todas las situaciones laboralesque están viviendo y llegar a plantearnos las mejores opciones con respecto a nuestra situación actual. A veces eso pasa por ver qué estrategias de negociación tenemos para ver si podemos cambiar la situación de cierre de oportunidades laborales y, otras veces, por buscar un trabajo que sea responsable éticamente con nosotras. Esto puede implicar trabajar con las madres para mejorar su autoconfianza y validación de la experiencia de la maternidad, ya que el problema no es suyo, sino que la sociedad y el terreno laboral no están adaptados para las mujeres madres.
Promover la corresponsabilidad y la co-crianza
Otro de los grandes problemas que nos encontramos en terapia, es la falta de corresponsabilidad en la crianza de las hijas y los hijos. Cuando nos convertimos en madres, parece que hay un “impulso innato” que nos dice cómo tenemos que cuidar y qué cosas tenemos que sacrificar por nuestras criaturas. Nos parece que se trata de una tendencia casi “genética” porque nuestros compañeros no se comportan como nosotras ni su paternidad se convierte en el centro de su vida. Pero esto no puede ser más falso, no es nada “biológico” ni “genético”. Lo único que nos diferencia de los hombres es que a nosotras nos han educado desde el momento uno de nuestra vida para que sepamos cuidar a los demás. Y esto se ve representado cuando somos madres.
Aún así, llevar a cuestas el cuidado en la casa es demasiado para una persona y no es nada extraño que venga de la mano de mucho malestar físico y psicológico que es necesario que revisemos en terapia. Desde las sesiones, veremos nuestra posibilidad de ceder responsabilidades y promover la co-crianza de nuestras hijas e hijos. Esto implicará trabajar para eliminar la idea de que la maternidad es una tarea exclusiva de las mujeres y promover la idea de que la paternidad y la maternidad son responsabilidades compartidas.
Desafiar los estereotipos de género
Otra de las grandes cargas que nos encontramos cuando somos madres es que parece que los mandatos o estereotipos de género caen sobre nosotras con mucha más potencia. Es por eso por lo que parece que ya nuestro trabajo no es tan importante, que se nos promueve ser más cuidadoras, que se nos incita a ocio o tareas más del hogar, que nuestras conversaciones con amistades y familias pasan a ser sobre temas de crianza, que se nos castiga socialmente si nos alejamos de “ser una buena madre”… Desde terapia repasaremos todos estos estereotipos de género y volveremos a repensar qué queremos para nosotras más allá de aquello que se nos impone socialmente. Nuestro destino no es la maternidad; sino que tenemos múltiples opciones entre las que la maternidad está incluida, pero no es la única que llenará nuestra vida.
Reencontrarnos con nosotras mismas
¿Quién soy ahora que he sido madre?
Otra de las grandes problemáticas que aparecen cuando somos madres es la pérdida del “yo”. Ya hemos cumplido todo lo que se esperaba de nosotras, entonces, ¿ahora quiénes somos? La sensación de pérdida y vacío es muy usual entre las madres, especialmente cuando la maternidad está siendo una tarea difícil o cuando las expectativas sobre la maternidad soñada no concuerdan con la realidad.
En terapia volveremos a pensar sobre quie¡énes somos: como mujeres, como amigas, como hijas, como trabajadoras, como madres, como parejas, como personas individuales… Y poco a poco, volveremos a encontrarnos y fortalecer nuestro autoconcepto y autoestima.
Conclusiones
La maternidad es una experiencia compleja y diversa que puede ser afectada por factores sociales, culturales, políticos y económicos. Desde una perspectiva feminista, es importante abordar los desafíos que enfrentan las madres, incluyendo las desigualdades en el mercado laboral, la falta de apoyo en la crianza de las/os hijas/os, los estereotipos de género y la pérdida de nosotras mismas.
La psicología feminista puede ser una herramienta útil para abordar estos desafíos y ayudar a las madres a vivir la maternidad desde una perspectiva más equitativa y justa para ellas.
Llegar a dar lugar a estos cambios, no es nada fácil. Es por eso por lo que nos comprometemos con cada una de nuestras usuarias para ayudarlas a repensar su vida y llegar a decidir cómo quieren vivirla a partir de ahora. La maternidad puede darse de múltiples formas, juntas podemos encontrar la mejor manera en la que experimentarla y disfrutarla.
Si algo de esto te resuena y quieres tener un espacio para pensarlo en común, escríbenos y empezamos este proceso juntas.
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