¿Qué opinamos los psicólogos sobre el movimiento Realfooding?
Escalofríos, sudoración, taquicardia, dolor de estómago, sensación de ahogo… todos hemos experimentado algunas de estas reacciones tras escuchar la palabra “DIETA”. Y es que esto no es casualidad, hacer dieta es una de las cosas más costosas y desmotivadoras que uno puede llevar a cabo en su vida, por lo que es de esperar que nos entren los siete males con solo toparnos con el significante de este acto casi inhumano. Sin embargo, afortunadamente no es la única opción de la que disponemos (ni la más recomendable) si queremos alcanzar y mantener una buena salud.
En los últimos años han aparecido un gran número de diferentes tipos de dietas, algunas de ellas de gran éxito social pero, ¿también de éxito personal? Es decir, ¿han ayudado a mejorar realmente el estado físico de la gente? ¿Han hecho que dichas personas se sintieran más satisfechas con ese cambio alimenticio? ¿Y con su imagen corporal? ¿Han conseguido que su nivel de vitalidad y energía aumentase? ¿Han conseguido que dicho cambio se mantuviera un largo periodo de tiempo? En definitiva, ¿han conseguido ir más allá de la simple reducción de masa corporal rápida, momentánea y demagoga? ¡Sorpresa! La respuesta es rotundamente no. La gran mayoría de estas dietas son extremadamente exigentes, inflexibles, “milagrosas” e, incluso, peligrosas para la salud. Pero como decíamos, no sólo son las dietas la única propuesta para mejorar nuestra salud y en esta entrada nos gustaría exponer los motivos por los que una alternativa en especial nos parece la más sensata y correcta a todas ellas: el movimiento Realfooding.
Según su máximo representante, Carlos Ríos, el Realfooding es “un estilo de vida basado en comer comida real y evitar los ultraprocesados. Es un movimiento que defiende el derecho a una alimentación saludable para la población. Es una revolución que lucha con conocimiento y conciencia contra el lado oscuro de la industria alimentaria”. Él y su equipo, como nutricionistas, en los diferentes blogs donde explican detalladamente e inculcan este movimiento (ver más abajo), se focalizan fundamentalmente en los aspectos nutricionales. Sin embargo, atendiendo a esta definición podemos apreciar que este movimiento conlleva además implicaciones psicológicas, sociales y políticas, por lo que consideramos interesante y necesario hablar sobre el Realfooding también desde estas ópticas.
Lo primero que debemos destacar del Realfooding es su carácter científico. Nosotros, como psicólogos, también defendemos que el conocimiento debe estar basado en evidencias empíricas y en datos contrastables extraídos de investigaciones de calidad. En este sentido, Ríos y su equipo son garantía de que sus pautas nutricionales tengan un impacto positivo y deseable en el bienestar. Su espíritu crítico es un ejemplo para todos.

Por otro lado, el Realfooding aboga por un trabajo multidisciplinar entre los nutricionistas y el resto de profesionales sanitarios como médicos o expertos en actividad física y deporte. Desde esta perspectiva, no solo da a entender que la alimentación y la salud son asuntos complejos, sino que lucha contra el intrusismo profesional y defiende el trabajo en equipo. A lo que a la psicología respecta, Ríos tiene muy claro el importante papel de nuestra figura a la hora de generar y mantener cambios en los hábitos de salud, y es que uno puede saber qué tiene que comer o qué ejercicios físicos debe realizar, pero otra cosa muy diferente es vencer las dificultades que supone cambiar y mantener un estilo de vida. Por este motivo, a continuación analizamos el movimiento Realfooder desde una perspectiva comportamental, explicando las razones por las que a los psicólogos se nos cae la baba con cada una de las cosas que proponen:
- Comer es un placer: o así debería serlo. Ríos insiste en romper la asociación que existe entre comida real y mal sabor. Cualquier cambio que hagamos debe conllevar consecuencias positivas si queremos que se mantenga, y disfrutar de la comida real es un aspecto clave del Realfooding. En este sentido enfatiza el papel del aprendizaje a la hora de cambiar nuestros gustos, habituarnos a ciertos sabores e incorporar nuevos alimentos e ingredientes a nuestros menús. Por otro lado, hace hincapié en la variedad de los alimentos y las comidas para que el momento de comer se convierta en una actividad estimulante y entretenida, ya que comer sano no tiene por qué ser ni monótono ni aburrido.

- No pasar hambre: no es necesario pasar hambre si queremos estar sanos y regular nuestro peso. Este movimiento también pretende romper la asociación entre comer y engordar. Pasar hambre no es en ningún caso indicativo de que lo estamos haciendo bien y saber que podemos comer cuando “el cuerpo nos lo pide”, siempre y cuando sea comida real, hará que no nos sintamos culpables después de haber comido. De esta manera también mejora nuestra relación con la comida, pues previene los atracones que suelen suceder tras periodos de privación o posibles vómitos inducidos u otro tipo de conductas compensatorias que el sentirse culpable puede provocar.
- Pensar a largo plazo: enrolarse en el movimiento Realfooding implica dedicar mayor tiempo a pensar lo que uno va a comer y ello conlleva planificar más lo que se va comprar y dedicar más tiempo a la cocina. Ríos sabe muy bien que esto compite con nuestra ajetreada y atareada vida y con el bajo coste que supone comprar ultraprocesados, por eso nos recomienda organizarnos bien la semana para minimizar el esfuerzo que entraña este nuevo cambio. Además, dar prioridad a nuestra alimentación es fundamental si queremos obtener resultados y eso implica entender que uno es el máximo responsable de su salud y desarrollar conductas de salud incompatibles con las que no lo son: mientras comemos comida real no abusamos de los ultraprocesados. Pensar a largo plazo implica no focalizarse en exclusiva en el esfuerzo momentáneo que acarrea un cambio sino en los beneficios que ese cambio traerá a largo plazo.
- Vida activa: el ejercicio físico es la otra cara de la moneda. Llevamos una vida sedentaria, nuestro trabajo nos lo exige. Además, el poco tiempo del que disponemos fuera de él y el cansancio pueden hacer que lo último que nos apetezca sea ir a dar un paseo, ir al gimnasio o a bailar, sin embargo, a la larga llevar un estilo de vida más parado no va hacer que nos sintamos con más vitalidad. Movernos, hacer deporte u otras actividades no tienen un efecto estresor, todo lo contrario, son momentos de desconexión, ayudan a cargar las pilas y manejar los momentos y épocas de malestar emocional.

- Espíritu crítico: según Ríos, los humanos vivimos en MATRIX, un mundo creado por la industria de ultraprocesados que nos impide contemplar la comida REAL. Ser realfooder implica despertar de ese mundo onírico y tomar conciencia de lo que uno come. Y es que resulta sencillo dejarse guiar o, mejor dicho, dejarse llevar. Ríos sabe muy bien que el primer paso para cambiar es pararse a pensar y analizar qué guía nuestro comportamiento: las mentiras de las campañas de márketing o el conocimiento científico que ofrecen los profesionales de la salud. Somos lo que hacemos y lo que comemos, el cambio REAL no está en los fármacos o los suplementos, sino en los cambios que ejercemos sobre nuestra vida.
- Asertividad y apoyo social: cuando una persona lleva a cabo un cambio en su vida en la mayoría de los casos los demás responden a él. En muchas ocasiones comer es un acto social y debemos tener en cuenta la reacción que tienen los otros ante nuestra nueva forma de vida. Algunos la apoyarán, otros no tanto. La divulgación a través de redes sociales ha hecho que sea más fácil construir una red de realfooders donde unos se apoyan sobre los otros y se reconocen los cambios y el esfuerzo mutuamente. Muchos grupos de amigos cercanos también han hecho lo mismo. Ante los detractores, Ríos anima a mantenerse firme, nos dice qué contestar ante los juicios y la incomprensión de los demás y alienta a no ceder ante la presión social o el chantaje que podamos sufrir defendiendo así nuestro derecho a decidir.
Esperamos que, tras este artículo, os animéis a emprender un cambio en vuestro estilo de vida y que recurráis a profesionales cualificados que os orienten durante el proceso. Aquí os dejamos la web donde podéis informaros más sobre el Realfooder: https://realfooding.com/
¡Decid adiós a la MATRIX, os esperamos en el mundo REAL!
Escrito por Víctor Estal