¿El mundo está hecho para y por los hombres?

por Sep 13, 2022Blog0 Comentarios

Es probable que cuando recibas la instrucción, “dibuja a una persona”, automáticamente dibujes a un hombre o un monigote con rasgos masculinos. Este acto tan simple e inocente es solo una consecuencia más de cómo hemos construido nuestra sociedad alrededor de la premisa impuesta que el hombre es el ser humano por defecto. A su vez, esta tradición se extiende a muchas disciplinas de conocimiento. Por ejemplo, en los libros de anatomía que usan las estudiantes de medicina y enfermería la mayoría de los cuerpos que se muestran en dibujos son cuerpos masculinos; en el castellano usamos el masculino genérico para referirnos a todas las personas, y en los ensayos clínicos en animales se excluye el uso de animales hembras para las pruebas de medicamentos, y te preguntarás, ¿cuál es la consecuencia directa de esto? La invisibilización del 50% de la población y sus necesidades particulares.

Si eres hombre ir al baño para aliviarte puede resultar en una tarea automática, que no requiere esfuerzo ni un recorrido muy largo, y, por supuesto, sin tiempo de espera. Probablemente pienses que esa es la construcción ideal de los baños y que las mujeres “tardan demasiado”. Pero ¿has considerado por qué “tardan demasiado”? Mientras en un baño de hombres hay tanto urinarios como váteres, en los baños de mujeres solo hay váteres. Hagamos un pequeño ejercicio.

Imaginemos que, en esta construcción estándar de los baños, en el de hombres hay tres urinarios y tres váteres, y, en el de mujeres, solo hay tres váteres. Sacar la proporción es muy sencilla: por cada seis hombres que se alivian, solo tres mujeres pueden hacerlo. Además, algunas de ellas probablemente estén en su ciclo menstrual, lo cual significa que tienen que tomar más tiempo que el de un hombre promedio para poder aliviarse y asearse. Entonces, ¿“tardan demasiado” porque son mujeres? o ¿“tardan demasiado” porque los baños no están construidos pensando en las necesidades del 50% de la población femenina? Si revisamos a su vez las estadísticas de infecciones urinarias la mayoría de las pacientes son mujeres y dado lo anterior señalado no es extraño que haya más incidencia de estas infecciones en ellas. Según las estadísticas del 2017 de la Sociedad Española de Nefrología (SEN) y del Centro de Información de la Cistitis, el 50% de las mujeres tendrá una infección urinaria a lo largo de su vida, y el 30% ha sufrido de cistitis, respectivamente. ¿Coincidencia?

El problema de los baños se agudiza cuando las mujeres no tienen acceso a los servicios en espacios cerrados y privados y tienen que acudir fuera del hogar o del trabajo para aliviarse. Te preguntarás, ¿por qué se agravaría? Muchas mujeres son víctimas de abusos sexuales cuando tienen que saciar sus necesidades fisiológicas y se encuentran en búsqueda de un cuarto de baño público. En el mes de mayo de 2014 dos chicas fueron violadas y luego asesinadas por un grupo de cinco hombres en el estado norteño de Uttar Pradesh (India) cuando buscaban un sitio privado. También, un estudio del año 2011 revela que durante ese año hubo muchos casos de niñas menores de 10 años que fueron violadas mientras buscaban un cuarto de baño donde aliviarse en Nueva Delhi. El caso de lo que ocurre en India, donde casi el 50% de la población no puede ir al retrete, no pretende generalizar a todas las sociedades, pero sí permite entender qué ocurre cuando no se toma en consideración las necesidades y los riesgos a los que se exponen las mujeres cuando no se invierte en una infraestructura que garantice seguridad y salubridad.

Como se ha mencionado antes ignorar o no tomar en consideración la inequidad de género, en múltiples campos, mantiene los problemas estructurales que se traducen en problemas reales que llevan a las mujeres a nuestras consultas o a la de otros profesionales sanitarios y que dificultan en gran medida su día a día solamente por el hecho que el mundo está hecho, por defecto, para los hombres. Ante esto ¿Alguna vez has pensado que la planificación y el desarrollo de las rutas de transporte y el diseño de los muñecos de prueba de choques entre coches no toman en consideración las necesidades particulares de nuestras contrapartes mujeres? Cuando nieva se despeja primero las grandes arterias viales, favoreciendo a los coches, los cuales son conducidos, en su mayoría, por los hombres. Según los últimos datos de la DGT en 2022 en España existen 15,52 millones de conductores hombres frente a las 11,68 millones de conductoras, es decir, que cuando se despejaron las grandes avenidas y autovías durante la borrasca “Filomena” en Madrid, hubo un mayor porcentaje de mujeres que se vieron afectadas en su desplazamiento al trabajo porque el transporte público no estaba operativo y son ellas  quienes más usan esta forma de transporte según lo reportado por el estudio del año 2019 de Women4Climate. Por otro lado, al hacer las pruebas de choques se utiliza un muñeco que representa al hombre promedio y que deja de lado a los cuerpos femeninos (más pequeños y con pechos prominentes), lo cual lleva a no recoger datos de cómo los choques pueden impactar en los cuerpos de las mujeres, una clara despreocupación de la industria automotriz por la seguridad de las mujeres en los vehículos.

Si bien es cierto que las consecuencias que sufren las mujeres al no tomar en consideración la inequidad de género para la planificación de la vida son graves, y, en algunas ocasiones generan cambios irreversibles y de un gran peso, la buena noticia es que la solución es relativamente sencilla: escuchar a las mujeres, tomar en cuenta las necesidades particulares del 50% de la población y adaptar el entorno a ellas, recoger datos en animales hembras y personas con cuerpos femeninos y pasar a la acción una vez se haya recogido los datos que muestran la realidad de la inequidad de género. Se deben crear políticas ambientales, sanitarias, educativas y sociales que no solo busquen aproximarse a la disminución de la famosa brecha de género y se queden en papeles firmados por una institución gubernamental, sino que la eliminen eficazmente y así el sistema deje de ser uno dominado por la figura del hombre blanco, clase media-alta y heterosexual, empezando por las comunidades más afectadas, como las áreas rurales, hasta las grandes metrópolis.

Referencias:

Centro de información de la Cistitis. (2017). Tres de cada diez mujeres han padecido al menos un episodio de cistitis en el último año. Recuperado de: https://cistitisderepeticion.com/mujeres-episodio-cistitis-arandano-prevencion/

Criado, C. (2019). Invisible Women: Exposing Data Bias in a World Designed for Men: A Book for All. Random House Internacional: London.

Anuario de la Dirección General de Tráfico (2020). Anuario Estadístico General. Recuperado de: https://www.dgt.es/export/sites/web-DGT/.galleries/downloads/dgt-en-cifras/publicaciones/Anuario_Estadistico_General/Anuario-Estadistico-General-2020_version-on-line.pdf

Sociedad Española de Nefrología (2017). Infecciones tracto urinario. Recuperado de: https://www.nefrologiaaldia.org/es-articulo-articulo-infecciones-tracto-urinario-4

Women4Climate. (2019). Una perspectiva de género en la movilidad urbana. Recuperado de: https://w4c.org/sites/default/files/2019-02/W4C_Report_INFO_Barcelona_Case_Study_0.pdf

Escrito por Juan Pablo Perera