Aprender a fracasar
Fracasar:
- intr. Dicho de una pretensión o de un proyecto: frustrarse (malograrse).
- intr. Dicho de una persona: Tener resultado adverso en un negocio.
- intr. Dicho especialmente de una embarcación cuando ha tropezado con un escollo: Romperse, hacerse pedazos y desmenuzarse.
- tr. desus. destrozar (‖ despedazar).
Real Academia Española ©
En nuestra sociedad el término fracasar representa algo negativo: romper, tener malos resultados, frustrarse… sin embargo no se habla de la función de fracasar y en qué nos ayuda hacerlo.
Podemos decir que fracasar significa no conseguir el resultado que se pretende, por tanto puede ser sinónimo de equivocarnos en nuestra elección o comportamiento o cometer errores que llevan a ese “fracaso”.
Sin embargo, nos olvidamos de ver el otro lado del término fracasar. Cualquier fallo, error o fracaso es una oportunidad de aprendizaje. Eso significa que cuando erramos nos damos la oportunidad de aprender esos errores.
Si siempre hiciéramos las cosas sin fracaso o sin alguien que nos corrigiera y nos dijera que nos hemos equivocado, podríamos estar haciendo las cosas mal sin la oportunidad de aprender a hacerlo mejor.
Esto el algo muy importante, porque fallar nos permite cambiar; cambiar nuestras estrategias, anticipaciones y comportamientos y por tanto nos permite aprender.
¿Por qué fracasamos?
Muchas veces el fracaso viene porque nos dejamos llevar por las consecuencias inmediatas en vez de fijarnos en las consecuencias a largo plazo o porque no tenemos en nuestro poner el conocimiento para realizarlo bien, ya que aún no lo hemos aprendido.
Entonces…si fracasar es algo “bueno” porque nos permite aprender, ¿por qué a la gente no le gusta fracasar o está tan mal visto?
La sociedad actual motiva y refuerza los resultados antes que el procedimiento y lo que se observa cuando fracasamos son esos resultados y no los cambios que estaremos haciendo para cambiar o modificar nuestra conducta.

¿Fracasar siempre me va a ayudar a aprender y mejorar?
No siempre fracasar nos va a llevar a aprender y modificar nuestra conducta.
Fracasar, es decir, equivocarnos en nuestras elecciones o comportamientos será positivo siempre y cuando tomemos la decisión acertada ante dicho fracaso.
Cuando la gente fracasa suele hacer tres cosas/opciones:
- Dejar de intentarlo/ escapar o evitar el problema
- Volver a intentarlo utilizando las mismas estrategias y conductas
- Volver a intentarlo cambiando de estrategias y conductas
De estas tres opciones, las personas que eligen la opción 3 son las que podrán aprender de ese fracaso o error.

Si se sabe cómo fracasar de forma “exitosa”, ¿por qué la gente no lo hace?
Intentar cambiar nuestras estrategias y conductas ante un fallo o error es algo complejo ya que requiere fuerza: Fuerza por un lado para luchar contra la emoción de malestar, inutilidad o culpa por el fracaso y seguir intentándolo a pesar de esas emociones y por otro, fuerza para no cansarnos en el intento.

Existen formas de ayudarnos a conseguir esa “fuerza” y vencer esos obstáculos:
- Controlando nuestras verbalizaciones: es decir, lo que nos decimos, porque muchas veces son las que hacen que nuestras emociones negativas sean más intensas y nos llevar a bloquearnos. Anticipaciones negativas de que no se conseguirá, pensamientos extremistas de todo o nada o de necesidad, son algunos que afectan de forma negativa.*Para saber más sobre ´como controlar nuestros pensamientos, podéis leer el siguiente post: https://www.itacopsicologos.es/controlar-el-pensamiento/
- Ver el fracaso como un experimento: analizar las cosas correctas y los errores más allá de la emocionalidad, nos ayudará a enfocar la atención en eso y disminuir los pensamientos de culpa, al mismo tiempo que nos da pistas sobre el siguiente paso o estrategia a realizar. Centrarnos en los fallos como algo que se puede modificar y pensar posibles soluciones o cambios para cada uno de esos fallos (viendo las consecuencias de llevar dichas soluciones a cabo) nos ayudará a aprender de esa experiencia.